sábado, 30 de julio de 2011

Son tantas...y son todas.


Me sobra tiempo...


Cuando me tropiezo con la musa que inspira las imágenes, me encuentro con ese color que no se deja atrapar, y que deseo tanto plasmar en la tela, para ver si así, logro realizar el dibujo que he buscado tanto.
Y luego ahuyentar los fantasmas, que en el silencio del estudio parecen confabular...para no dejarme pintar.


"porque cuando pinto, me libero de todas las caretas que acompañan mi camino y me dejo llevar...perdiéndome en los trazos de muchas imágenes, que emergen de las profundidades de mis sentidos y me liberan de todos mis miedos, esos que se empeñan en visitarme de cuando en cuando y que se disipan solo en los movimientos cómplices de mi pincel"

Son tantas , que a veces olvido cual es la de hoy.



Es tarde, en realidad es de madrugada. Hace frío... es invierno y se siente triste. La noche esta callada, hay demasiado silencio... y no me gusta...hace falta un sonido que rompa la inercia de estos tiempos muertos.
"Falta una melodía que llene el lugar, la buscaré...


domingo, 24 de julio de 2011

Tranquila...

He aprendido con los años que la felicidad no existe, existen momentos felices...( sé que no he descubierto nada nuevo con lo que digo, y es posible que no ayude mucho, a quien este pasando malos momentos o momentos no felices...) cuando no tenemos momentos gratos, tampoco tenemos felicidad, cierto?, y eso nos deja bastante inquietos, o mejor dicho intranquilos.

El punto no radica en quienes nos proporcionan esos momentos, si no en como nos damos nosotros con los que queremos hacer feliz...
Es raro, pues creo que siempre queremos ser feliz y estar tranquilos, y allí esta el asunto según mi humilde experiencia, deseamos que nos sigan, pero no estamos dispuestos a seguir.

No encajamos, lo sé, casi nunca encajamos cuando queremos las cosas a nuestra manera, y nos dan ganas de huir de todo lo que no nos gusta y nos revelamos con gestos, ruidos, actitudes que hacen en el fondo, no, que nosotros nos alejemos de lo que no nos gusta, si no, que todos terminan por alejarse de nosotros...Y claro, por consiguiente; nos sentimos abandonados, solos, desorientados.

He notado que cuando me quedo quieta, y me sitúo en el lugar de la persona que me importa y leo con toda la pausa que se necesita, los códigos que me envían, que se que son para mi, noto que esa persona también hace el esfuerzo por hacerme feliz, y conseguir tener también momentos felices, tranquilos. Insisto, no esta fuera de nosotros si no dentro, la clave para realizar el milagro de la armonía.

La destreza de envolver al otro en un letargo de felices momentos, solo se consigue ...entregándose.

Y hay que correr el riesgo , no es la felicidad el sumo, es el momento que suma.


Momentos buenos, que unidos, dan mucha tranquilidad, no están lejos, están tan cerca que de tan ocupados por ser infelices, no los vemos...
Solo deja que se acerquen...te producirá eso que anhelas tanto...


Desde el fin del mundo, hasta el infinito.