domingo, 24 de julio de 2011

Tranquila...

He aprendido con los años que la felicidad no existe, existen momentos felices...( sé que no he descubierto nada nuevo con lo que digo, y es posible que no ayude mucho, a quien este pasando malos momentos o momentos no felices...) cuando no tenemos momentos gratos, tampoco tenemos felicidad, cierto?, y eso nos deja bastante inquietos, o mejor dicho intranquilos.

El punto no radica en quienes nos proporcionan esos momentos, si no en como nos damos nosotros con los que queremos hacer feliz...
Es raro, pues creo que siempre queremos ser feliz y estar tranquilos, y allí esta el asunto según mi humilde experiencia, deseamos que nos sigan, pero no estamos dispuestos a seguir.

No encajamos, lo sé, casi nunca encajamos cuando queremos las cosas a nuestra manera, y nos dan ganas de huir de todo lo que no nos gusta y nos revelamos con gestos, ruidos, actitudes que hacen en el fondo, no, que nosotros nos alejemos de lo que no nos gusta, si no, que todos terminan por alejarse de nosotros...Y claro, por consiguiente; nos sentimos abandonados, solos, desorientados.

He notado que cuando me quedo quieta, y me sitúo en el lugar de la persona que me importa y leo con toda la pausa que se necesita, los códigos que me envían, que se que son para mi, noto que esa persona también hace el esfuerzo por hacerme feliz, y conseguir tener también momentos felices, tranquilos. Insisto, no esta fuera de nosotros si no dentro, la clave para realizar el milagro de la armonía.

La destreza de envolver al otro en un letargo de felices momentos, solo se consigue ...entregándose.

Y hay que correr el riesgo , no es la felicidad el sumo, es el momento que suma.


Momentos buenos, que unidos, dan mucha tranquilidad, no están lejos, están tan cerca que de tan ocupados por ser infelices, no los vemos...
Solo deja que se acerquen...te producirá eso que anhelas tanto...


Desde el fin del mundo, hasta el infinito.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo dije ayer: sólo la felicidad es real si es compartida. Gracias

desde el fin del mundo dijo...

Tienes toda la razón, tiene sentido, solo si es compartida.
Esos momentos necesitan ser dedicados, guardados y sostenidos en el tiempo, y solo se sostienen disfrutándolos.