lunes, 3 de marzo de 2008

El SILENCIO DE LAS SIRENAS





El silencio de las sirenas

Existen métodos insuficientes, casi pueriles, que también pueden servir para la salvación. He aquí la prueba:
Para guardarse del canto de las sirenas, Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. Aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz, muchos navegantes podían haber hecho lo mismo, excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos. El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones mas fuertes que mástiles y cadenas. Ulises no pensó en eso, si bién quizá alguna vez, algo había llegado a sus oídos. Se confió por completo en aquel puñado de cera y en el manojo de cadenas. Contento con sus pequeñas estratagemas, navegó en pos de las sirenas con inocente alegría.
Sin embargo, las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto: su silencio. No sucedió en realidad, pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos, aunque nunca de su silencio. Ningún sentimiento terreno puede equipararse a la vanidad de haberlas vencido mediante las propias fuerzas.
En efecto, las terribles seductoras no cantaron cuando pasó Ulises; tal vez porque creyeron que a aquel enemigo sólo podía herirlo el silencio, tal vez porque el espectáculo de felicidad en el rostro de Ulises, quien sólo pensaba en ceras y cadenas les hizo olvidar toda canción.
Ulises, (para expresarlo de alguna manera) no oyó el silencio. Estaba convencido de que ellas cantaban y que sólo él se hallaba a salvo. Fugazmente, vió primero las curvas de sus cuellos, la respiración profunda, los ojos llenos de lágrimas, los labios entreabiertos. Creía que todo era parte de la melodía que fluía sorda en torno de él. El espectáculo comenzó a desvanecerse pronto; las sirenas se esfumaron de su horizonte personal, y precisamente cuando se hallaba más próximo, ya no supo mas acerca de ellas.

Y ellas, más hermosas que nunca, se estiraban, se contoneaban. Desplegaban sus húmedas cabelleras al viento, abrían sus garras acariciando la roca. Ya no pretendían seducir, tan sólo querían atrapar por un momento más el fulgor de los grandes ojos de Ulises.
Si las sirenas hubieran tenido conciencia, habrían desaparecido aquel día. Pero ellas permanecieron y Ulises escapó.
La tradición añade un comentario a la historia. Se dice que Ulises era tan astuto, tan ladino, que incluso los dioses del destino eran incapaces de penetrar en su fuero interno. Por más que esto sea inconcebible para la mente humana, tal vez Ulises supo del silencio de las sirenas y tan sólo representó tamaña farsa para ellas y para los dioses, en cierta manera a modo de escudo...

FRANZ KAFKA


" No te olvides de mirarme, de buscarme entre la gente, de estrellarte en el intento de olvidarme...
Buscame...solo buscame y tu pensamiento se cruzara con el mio, eternamente se enlazara y brevemente te tocare" (Aliana)

7 comentarios:

Molinillo dijo...

Qué grande Fran Kafka..., Que cierto todo esto. Y tu frase del final.
Sin palabras ...

Tus pinturas, la melodía..., los colores...

Un verdadero placer para mi que me las quieras compartir.

Gracias por este momento Entre Lineas.

Unknown dijo...

"Ruega que el camino sea largo. Que sean muchas las mañas de verano en que, con gran placer y alegrúa, entres en puertos desconocidos; podrías detenerte en los mercados de Fenicia y comprar hermosas cosas, coral y nácar, ámbar y ébano, toda clase de perfumes sensuales..." KAVAFIS

Tus pinturas son como ese poema...como el viaje de Ulises, como la espera de Penélope, como el deseo de ser el mar y las olas...

belga_seg dijo...

Y si en vez de con el silencio de las sirenas, Ulises se hubiese encontrado con tus pinturas silenciosoparlantes...??qué habría pasado??...
Me detengo especialmente en dos de ellas... primero en la que hay dos personas fumando y se ven solo los perfiles en negro... me encanta el contraste entre esos dos colores... es tan intenso... Si fuese más oscuro podría haberme hecho pensar que son dos personas hablando sobre algo serio, muy serio, en las primeras horas de la madrugada... Sin embargo el azul ese no parece de tristeza... parece más del paso entre noche y amanecer, quizás de dos personas que acaban de acostarse juntas... dicen que el momento del cigarro es el de mayor placer... no sé... en cualquier caso, me encanta...
También me ha llamado mucho la atención una de dos figuras azules sobre un fondo violeta... ese sí me parece triste... parece como si fuesen dos personas que quieren estar juntas pero como si el cuadro tirase de cada uno de ellos por cada extremo, como si hubiese una especie de viento del destino en el centro y les resultase imposible llegar a acercarse.... los colores ayudan a verlo triste... pero también me gusta mucho...
Enhorabuena!!
Y la música que acompaña a los cuadros... pfff gran elección!! Es brutal... como la última frase de este post... pfff...
Sienot no pasar por aquí más a menudo pero últimamente estoy liada y tengo poco tiempo para comentar...
un beso grande!

desde el fin del mundo dijo...

Marina: gracias...porque siempre estas...
Cuando uno se dedica a festejar a las personas que uno quiere, todo resulta hermoso.
Y yo solo me atreveria con las personas que de verdad , quiero cerca...
Poeta...gracias.
S igue cerc de este blog , porque esta a punto de reventar...
Un brazo.

Molinillo dijo...

EY!, no, no quiero que reviente, que está saliendo cosas geniales de acá, de verdad...
¿Por qué lo abriste?, supongo que habrá sido una ventana donde sacar un poco de lo que llevas adentro. Y es genial que lo hagas. Eso que llevás dentro es muy intenso y muy bonito, lo mejor que uno puede hacer con ello, es compartirlo...

Espero que estés bien Aliana...

UN abrazo

desde el fin del mundo dijo...

Cronopia:Eres muy especial...me sorprendes siempre, hermosa eleccion para contestar el blog.
Konstantinos Kavafis.-
Me ecanto leer los cien que encontre y elegi 8 , te envio algunos...cuidalos o agregalos a la libreta de Aliana...igual que la ultima frase del blog...te parece?EN UN ATARDECER
Con todo no podía eso durar mucho. La experiencia
de los años me lo muestra. Pero sin embargo un tanto abruptamente
vino el Destino y lo detuvo.
Breve fue la hermosa vida.
Mas cuán intensos fueron los perfumes,
en qué maravillosos lechos nos acostamos,
a qué placer nuestros cuerpos entregamos.
Un eco de los días del placer,
un eco de aquellos días vino hasta mí,
algo del ardor de nuestra juventud;
volví a tomar en mis manos una carta,
y leía una y otra vez hasta que me faltó la luz.
Y salí al balcón melancólicamente -
salí para cambiar de pensamientos mirando al menos
un poco de la ciudad amada,
un poco del movimiento de la calle y los negocios.

Solo uno para no alargarme y latearte.
Un Abrazo.-

Unknown dijo...

Hola.
He venido a darte las gracias por tus palabras.
Y de paso a conocer este rincón, ke por cierto me encanta.
Te guardaré en mi cajita de guardar tesoros, así no te me perderás.

Un beso.
Olga.